16. Alternativas a la repetición de curso

 Sabemos que el sistema educativo coarta algunas de las libertades que los alumnos deberían tener. En el vídeo de Juli Garbulsky (2017) podemos ver cómo un niño que acaba de graduarse hace referencia a lo poco que disfrutaba en la escuela, a cómo la escuela ha apagado su creatividad y le ha hecho entrar en la monotonía. 



Dicho esto, ¿no deberíamos tomar en consideración las opiniones de los niños? ¿no es a ellos a quiénes se dirige la educación en este caso? Es fundamental prestar atención a la imagen que éstos tienen de la escuela. Para los niños, la escuela no es un lugar en el que se disfruta (muchos adultos piensan que esto ha de ser así), pero es probable que esto solo logre acentuar las diferencias entre los niños y el sistema educativo y, por lo tanto, alejarlos aún más. Este alejamiento podría traer consigo desinterés y, como consecuencia, aumento del fracaso escolar, que en muchos casos acaba en abandono o repetición de cursos.

Como he destacado en el título, no existe constancia de que la repetición de curso mejore el rendimiento académico. Por ejemplo, en cuanto a habilidades lectoras, los resultados siguen siendo negativos, así se destaca en Choi et al. (2018). 

Debemos prestar atención a diferentes factores, no a lo meramente académico, pues, como hemos repetido en clase, el contexto de los menores es altamente relevante en sus calificaciones. De hecho, uno de los puntos más importantes aquí es el nivel socioeconómico de la familia.


Alternativa


El sistema ha de centrarse en corregir las desigualdades con las que parten los alumnos. Aceptemos que cada niño cuenta con un ritmo diferente de aprendizaje, lo que no se consigue tratando a todos los niños del mismo modo, sino asumiendo sus diferencias y propiciándoles una educación mucho más personalizada. Así lograrán llegar a su propio nivel de competencias necesario. 


La pronta identificación de los alumnos que corren el riesgo de fracasar académicamente puede ayudar a la hora de evitar la repetición de cursos. ¿Cómo podemos conseguirlo? Es probable que sea necesaria una mayor inversión en este sentido. Deberíamos contar con un mayor número de profesionales de la docencia, así como orientadores que puedan ayudar a los niños con dificultades en el aprendizaje.

Como hemos visto en clase, las repeticiones suponen un total 3000 millones de euros anuales a España, lo cual es un gasto muy elevado para el país. ¿No sería conveniente invertir una parte de este dinero en educación y apoyo para los niños? 


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