9. Educación y valores

 ¿Cuántos niños encajan en el sistema? ¿Hacemos todo lo posible para que todos los niños consigan formar parte del mismo?

Ángel Pérez, profesor de la Universidad de Málaga  incide en la importancia de incluir a los aprendices en el sistema educativo. Esto es, en cierto modo, contar con sus necesidades y peculiaridades a la hora de establecer un currículum determinado, algo que no se está ejecutando en la actualidad.

Según lo referido en el vídeo, muchos niños se quedan atrás en el sistema educativo, pese a que este sistema debería estar hecho “a medida” para cada alumno. Esto no tiene mucho sentido si prestamos atención a las funciones principales del sistema educativo. Una de ellas, como recuerda Pérez, consiste en asegurar el aprendizaje de los niños, independientemente de su condición. ¿Por qué hemos adaptado la educación a unos pocos? No hemos creado una educación adecuada para la mayoría, solo para los que sean capaces de encajar en el sistema. Es probable que algunos niños no  hayan encontrado un ámbito en el que destacar, pues el sistema cuenta con una “talla única” a la que no todos se adaptan. 

Cada niño cuenta con unas peculiaridades que le hacen único. Ken Robinson, en su charla TED (2013) habla sobre la obsesión que tiene el ser humano por uniformizar la educación  y sobre lo diferentes y diversos que somos por naturaleza. 

Alternativa

Ángel Pérez propone una alternativa: la enseñanza personalizada. Debemos respetar los diferentes ritmos, intereses y procesos de cada miembro del alumnado. Es de gran importancia aceptar que no todos los niños van a avanzar de la misma forma ni al mismo tiempo, así como asumir los límites o metas de cada uno de ellos.

Del mismo modo, es conveniente que los alumnos cuenten con cierta libertad a la hora de elegir qué quieren hacer, cómo quieren hacerlo y en qué momento. Una vez que los alumnos han tomado estas decisiones, es importante que se les eduque en la responsabilidad y que sepan llevarlas hacia delante.

Debemos tomar en consideración que los niños pueden estar aprendiendo y obteniendo información sobre distintos asuntos que realmente no aplicarán en su día a día. Pueden no encontrar la finalidad de estos contenidos en la vida cotidiana, por lo que es probable que pierdan interés en ellos.

Es importante que el niño aprenda. Para ello hay que tener en cuenta cuáles son los talentos de cada uno de los niños, así como sus intereses, capacidades o motivaciones y crear un ambiente en el cual se sientan lo suficientemente motivados para seguir indagando y aprendiendo.

Este método debe, por lo tanto, basarse en la observación y atención personalizada a cada miembro del alumnado. Es importante que no solo prestemos atención a la cantidad de niños que acuden a las clases, sino también a los que acuden y no participan activamente. 

Es una tarea, por lo tanto, exhaustiva. Es probable que no pueda llevarse a cabo únicamente con la ayuda de un profesor, pero la inversión en educación podría proporcionar mucho más recursos para llevar a cabo este fin.